LUNA LLENA DE TAURO – FESTIVAL DE WESAK

05.05.2020

Luna de Buda

"Ningún precio que se nos exija es demasiado elevado para ser útil a la Jerarquía en el momento de la Luna Llena de Tauro, el Festival Wesak; ningún precio es demasiado elevado para obtener la iluminación espiritual posible, particularmente en este momento." Djwhal Khul

La Luna de Wesak, o Vesak (idioma singalés), se celebra cada mes de mayo, y es marcada por el plenilunio (Luna Llena) que ocurre bajo el signo de Tauro. Es uno de los festivales budistas más importantes, y su conmemoración fue reconocida por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el año 1999.

Para los practicantes del Budismo, es considerada la festividad más sagrada o el día triplemente sagrado, debido a que durante la Luna de Wesak acaecieron los tres hechos más importantes en la vida de Siddharta Gautama, también conocido como Buda: Nacimiento, Iluminación y Muerte (cada uno de estos eventos acaeció con años de diferencia).

La tradición afirma que cada Luna de Wesak, Buda retorna a la Tierra y ofrece su conocimiento y energía a la humanidad, una vez más, para promover la purificación e iluminación de los seres sintientes.

Es una fecha especialmente significativa, en la que se recuerda a Buda no con tristeza por su partida, sino renovando su vocación de traer amor, armonía, luz y conocimientos al mundo.

La Luna de Wesak es un momento de gran vibración espiritual, propicio para canalizar energías de plenitud, gratitud, perdón, aceptación, autoconocimiento, autoestima, certeza, vocación e iluminación.

Los preparativos que realizan los participantes, para la celebración de la Luna de Wesak, incluyen ayunos, encender velas, entonación de canticos, donación de alimentos, meditaciones (individuales y grupales), y plegarias, especialmente la oración conocida como la Gran Invocación.

El Festival Wesak se celebra en reconocimiento de un acontecimiento viviente actual. Se lleva a cabo anualmente, en el momento del plenilunio de Tauro, en el que se trasmite a la Tierra una altísima frecuencia por intermedio del nivel de conciencia Búdico y Crístico.

Paralelamente al acontecimiento espiritual interno, tiene lugar la ceremonia física externa en un pequeño valle del Tíbet, en los Himalayas. El sueño, leyenda o acontecimiento puede ser descrito como sigue: Existe un valle, situado al pie de los Himalayas tibetanos, a una altura bastante elevada, rodeada por montañas excepto hacia el noreste, donde existe una estrecha abertura.

El valle tiene forma de botella con el cuello hacia el noreste, abriéndose hacia el sur. En el extremo norte cerca de la abertura hay una gran roca plana. No hay árboles ni arbustos en el valle, está cubierto de una alfombra de pasto duro. Las laderas de las montañas sí se encuentran tachonadas de árboles.

En el momento del plenilunio de Tauro comienzan a llegar peregrinos, devotos y lamas que se acercan ocupando la parte sur y central, dejando el extremo noreste relativamente libre. Allí según nos cuenta la leyenda, se congrega un grupo de Grandes Seres que son en la Tierra, los custodios del Plan Divino para nuestro planeta y para la humanidad. 

Con su Sabiduría, Amor, Presencia y Compasión forman una muralla de luz para nuestra raza, para liderar el proceso de transformar las sombras en luz, de pasar de lo irreal a lo real, de la ilusión creada por la mentira a la verdad, y dar el paso de la muerte a la inmortalidad.

Este grupo de conocedores de la Divinidad, se sitúa en el confín del valle en círculos concéntricos, de acuerdo con el grado de desarrollo iniciático, preparándose para un gran Acto de Servicio.

En esta Luna Llena de Tauro (Festival de Wesak), estamos siendo alentados a movernos más profundamente hacia una responsabilidad personal para neutralizar la polarización de nuestra propia naturaleza emocional. Como parte de nuestra actividad en IRB, nos adentramos en el vasto silencio espiritual, nuestra Capa 13 de ADN, para afirmar y sintonizar cada célula, átomo y electrón de nuestro cuerpo y esta dulce Tierra dentro del corazón de la Paz Eterna.

Namasté

© 2020 El Blog de Beatriz Cuesta. Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar